Ella vivía con otra gatita llamada Sayuri hasta que su mamá humana lamentablemente falleció y no tenía familiares, con lo cual las dos pequeñas tuvieron que pasan a vivir en una casa de acogida mientras les buscamos un hogar.

Al principio se comporta un poco tímida, pero se va soltando y ¡acaba siendo muy cariñosa! Es algo posesiva con la comida (sobre todo si es húmeda, que es más rica!), por lo que sería más feliz siendo gata única.

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Salud

Doble negativa, esterilizada, con vacunas al día

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humanos

Prefiere un hogar...

sin gatitos porque es una glotona